martes, 27 de noviembre de 2012

Carlos viaja con el Real Madrid a Manchester

Eran las 10:30 del viernes y acababa de terminar su examen de Derecho, Carlos se disponía a almorzar como cada mañana, pero nada más encender el móvil recibió una llamada desde un número de Madrid que cambiaría su día, su semana y su visión de lo que hasta ahora consideraba suerte. Le había tocado a través de un sorteo en Facebook un viaje para dos personas con la expedición del Real Madrid a Manchester para presenciar el partido de Liga de Campeones que se disputaría el siguiente miércoles en el Etihad Stadium, el campo del Manchester City. Concursaron más de 1500 personas...



Por fin llegó el martes, Carlos y su amigo se plantaron en el aeropuerto de Barajas con ansias de comenzar esa gran aventura. Todo fue muy rápido, volaron en el mismo avión que Cristiano, Benzema, Kaká, Mourinho... estaban allí, eran los de verdad, de carne y hueso, podían tocarlos, hasta parecía que podían tratarlos de iguales... pero eso no era así. Como es lógico, los representantes del Real Madrid pedían respeto para los jugadores y para el cuerpo técnico, y apenas pudieron compartir un rato con ellos ya que además de necesitar concentración se deben marcar ciertos límites porque si no no podrían ni dar dos pasos tranquilos. Hay millones de personas en el mundo que los alaban, idolatran, persiguen, idealizan... Harían lo que fuera por estar cerca de ellos y conseguir una firma, una foto, una prenda o simplemente verlos de cerca.

Carlos le preguntó a Cristiano Ronaldo qué tal andaba su ojo, el portugués respondió con una sonrisa: "mejor". También cruzó algunas palabras con Raúl Albiol, que se alegró de cruzarse con gente de su tierra y se mostró inquieto por el futuro de su ex equipo, el Valencia CF en la Champions: "¿Ya está clasificado al perder el Bate Borisov no?".



Por allí apareció Pepe, el defensa central del Real Madrid y todo el mundo se apartó teniendo en cuenta las ralladas que ha tenido a lo largo de su carrera - obviamente es broma, el portugués mostró su habitual sonrisa y fue uno de los más cercanos a los aficionados, demostrando que es mejor persona de lo que algunos pretenden hacer ver-.



Numerosas fotos, otras tantas firmas y algunas palabras con alguno de los jugadores fueron ya un gran momento que a pesar de ser único en la vida de nuestro querido amigo, esperemos que en el futuro pueda acostumbrarse a ello y pueda tratar de tú a tú con los mejores deportistas del momento. Eso significará que su sueño de ser periodista deportivo se habrá cumplido. Mientras tanto, A SOÑAR (y a trabajar duro para conseguirlo).





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